En la actualidad, el debate continuo sobre el uso racional de antibióticos está basado principalmente sobre múltiples alternativas nutricionales y no nutricionales tales como prebióticos, probióticos, aceites escenciales, extractos de hierbas, entre otros.
En muchos casos, se deja de lado la importancia de auditar, reprogramar o mejorar manejos rutinarios comúnmente llamados el “ABC” de la granja, considerando que son ejecutados correctamente. Entre ellos podemos citar a la bioseguridad, manejo de ambientes (temperatura, humedad, concentración de gases), inocuidad de materias primas y alimentos e higiene de instalaciones. Esta última será el foco de este artículo.
